Sinopsis
El centro de Tailandia es una tierra de bosques, llanuras fértiles y ciudades donde la naturaleza encuentra el modo de abrirse camino entre la gente y el asfalto. Esta desbordante región es conocida por ser la gran productora de arroz del país pero aquí también podemos encontrar rincones mágicos donde el tiempo parece haberse detenido. Es el caso del templo de Phraya Nakhon construido en una cueva, un lugar de misticismo y enorme belleza.
La espiritualidad es muchas veces la clave para entender la armonía existente entre seres humanos y naturaleza en esta parte del país. A tan sólo unas horas en tren desde Bangkok se encuentra Wat Pho Bang Khla, más conocido como el templo de los murciélagos. Aquí los monjes viven en plena armonía con unos 6.000 zorros voladores. El budismo es practicado por más del 90% de la población y defiende que cualquier ser vivo es digno de nuestra amabilidad, tolerancia y compasión.