Sinopsis
Hace algo más de tres décadas que el corzo se estableció en el valle de Benasque, uno de los grandes valles del Pirineo Central, en el que se concentran las montañas más altas de toda la cordillera. Gracias a su capacidad de adaptación a estos terrenos, la población del corzo ha ido progresivamente en aumento, circunstancia que ha sido aprovechada por los cazadores de la zona para convertirla en una de las especies de alta montaña con más interés cinegético en la modalidad de rececho.