Sinopsis
El 30 de septiembre de 2012, el alemán Martin Kaymer embocó un 'putt' de dos metros en el hoyo 18 del campo de Medinah, un golpe que culminó la antológica remontada de Europa y le supuso una nueva Ryder Cup. José María Olazábal, capitán del equipo europeo, dedicó entre lágrimas el histórico -y agónico- triunfo al fallecido Severiano Ballesteros.