Sinopsis
El rodaje más ambicioso para el equipo australiano fue la grabación de la caza del mayor depredador del continente: el dingo. Escurridizos y tímidos, rara vez se los ve. El equipo viajó a las altas llanuras de Australia, donde los guardas forestales habían informado de avistamientos de un dingo blanco y su manada.
Los dingos han vivido en Australia durante más de 4000 años, pero cuando los europeos llegaron con el ganado se convirtieron en una amenaza. Hoy en día siguen siendo cazados, envenenados y atrapados, lo que explica por qué evitan al equipo de ¿Siete mundos, un planeta¿. Sin embargo, consiguen filmar por primera vez a esta especie de animal cazando canguros.
También consiguen grabar a la serpiente marrón occidental, una de las más venenosas del mundo.