Sinopsis
En el siglo XVI, las posesiones territoriales de Carlos V eran tan extensas que el sol nunca se ponía sobre su imperio. Gobernó España, los Países Bajos, el imperio alemán, pero también el Estado de Nápoles, Sicilia y las nuevas tierras de América. Siempre viajando, Carlos V pasó más de una cuarta parte de su vida recorriendo Europa para gestionar su imperio. Pero su principal lucha fue mantener la unidad cristiana contra el surgimiento del protestantismo. Al final de su vida, enfermo y agotado por sus deberes, abdicó y se retiró a un monasterio en Yuste, España, donde murió de malaria.
Dirección
Dominique Leeb