Sinopsis
Isabel II, la soberana más longeva de Reino Unido, fue proclamada reina cuando tenía 27 años, tras la muerte de su padre en 1953. Sesenta y cinco años más tarde, la monarca habla por primera vez de aquel acontecimiento histórico y revela detalles que nunca antes había contado sobre la tradición de la ceremonia, los preparativos, el revuelo popular y las joyas que lució.
Las Joyas de la Corona británica, custodiadas en la Torre de Londres, están consideradas como la colección de alhajas más valiosa del mundo y las más destacadas se emplean tradicionalmente en la ceremonia de la coronación tal y como hizo la reina Isabel II aquel 2 de junio de 1953.
Aquel día, tres millones de personas se agolparon en las calles de Londres para contemplar la procesión que incluyó miles de tropas de Gran Bretaña y de la Commonwealth. Todo el país pudo sentirse partícipe por primera vez en la historia: la televisión en directo permitió que 20 millones de británicos vieran la coronación de su reina en directo.